Aventuras en el Sur (Parte II)

 

Hoy nos pusimos como objetivo ir a Puerto Montt y con el documento que teníamos del juzgado, recuperar en la cárcel de Chin chin, los bototos que Peter necesita y extraña y que se llevó el ladrón cuando lo detuvieron.


 Nos llevaron en camioneta, está vez fue facil "hacer dedo" , sin mochilas. Por la carretera nos movemos rápido mientras conversamos con el "paleteado" conductor.  

Nos dejó a orillas de la carretera y frente a la cárcel de Chin Chin en la 5 norte.

Es un edificio alto y en el perímetro unas torres con gendarmes vigilando.

Llegamos hasta la puerta con el papel que nos había pasado don Carlos , papel que le dieron en el juzgado y que indicaba la orden de devolución de especies. 

Luego de esperar un buen rato en la reja de entrada, nos condujeron a una oficina a la entrada del edificio y allí entregamos el documento al oficial de guardia.

En una banca de madera de la sala esperamos largo rato hasta que de pronto un gendarme aparece con un bulto envuelto en diarios.

Eran los bototos de Pedro, por fin recuperados.

En nuestra condición eran un bien preciado y necesario.

De nuevo a esperar que algún gentil nos retorne al pueblo.

CARCEL DE CHIN CHIN EN PUERTO MONTT


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El grupo de muchachos nos ha venido a buscar y nos cambiamos de ropa (no hay mucha , per

o a algo más limpio) y dejamos nuestras pertenencias en la carpa cerrada y nos enfilamos por las calles a una de las casas de mejor fachada y nos invitaron a pasar. La música se oía a la entrada y nos esperaba una fiesta de jóvenes , está vez la mayoría de ellos de esa mezcla chileno-alemana característica de buena parte de los presentes. La música era muy de vanguardia y nos habían pedido lleváramos los casettes con la música más rockera que teníamos..La casa muy bonita según nos señalan pertenece a la familia Mödinger que tienen una fábrica de cecinas aquí en el pueblo.

Claro , las rubias muchachas de la fiesta notoriamente descendientes de colonos eran bastante más agraciadas que las chilenitas.

Nos trataron muy bien , muchas conversa y comer todo lo posible fue la tarea. Había que aprovechar. Buena música , muy cercana a la nuestra en Stgo. 

Aún con todo se ve que ellos se mantienen muy aclanados y clasistas. Son la élite del pueblo. 

Para ellos los chilenos son flojos y borrachos.

Nosotros con nuestro aspecto hippiento les causamos curiosidad y recurrentemente quieren saber cómo es nuestra vida en la capital. Se deja ver que sus ansias de romper con la monotonía de pueblo está siempre latente, pese a que hablan de fiestas en sus comunidades , en Puerto Varas y muchos cuentan de sus viajes a sus raíces europeas.


 



En la playa luego de permanecer contemplando la caída de la tarde con un lago silencioso aparecieron algunos muchachos de la población cercana y nos trajeron algunos víveres que siempre son bien recibidos. 

Cómo siempre, se quedan a acompañarnos hasta casi la medianoche.


Pedro con su kimono negro puesto y en una actitud de meditación propia de un monje tibetano siempre atrae las miradas de los muchachos, ellos nos acompañan silenciosos y con mucha curiosidad.


Hoy fui a conocer el monumento a los colonos alemanes , por el camino a Frutillar bordeando el lago. En lo alto de una colina, con una vista panorámica del sector se levanta como un arco recordatorio. Interesante símbolo reflejo de una migración que es la historia misma de estos lugares. Conocí también el cementerio que hay en el camino.




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Hoy fuimos al Club Gimnástico Alemán invitados por los jóvenes del grupo de alemanes. Está al final de la playa cruzando un pequeño bosque de eucaliptos.

La idea era conocer y ver jugar a los equipos de Faustball , juego predilecto de estos jóvenes y que resulta ser una mezcla de voleibol con algunas reglas distintas..




Resultó todo muy entretenido y tienen un recinto techado que debe ser un salón o algo asi donde no fuimos invitados. Era exclusivo para socios , dicen.

Claramente éramos unos extraños en ese lugar pero aún así, no tuvimos problema para relacionarnos con los jóvenes del Club.

Ya cayendo la noche, volvemos a nuestra carpa y a la realidad de playa El Cisne. Un día de nuevas imágenes y de conocer gente distinta.





Hemos sido invitados por un grupo de jóvenes alemanes (descendientes) a compartir sus actividades deportivas en el club Gimnastico Alemán, que nos que colindante con la casa de los Werner en cuya playa estamos instalados.

Nos arreglamos lo mejor que pudimos y nos pasó a buscar uno de los jóvenes y nos encaminamos a ese mundo que debíamos explorar.

Al llegar allá y a un costado de la cancha, nos acercamos al grupo de unos 5 muchachos y 3 rubias jovencitas muy alegres y preguntonas.

Nos fuimos transformando en el centro de la conversación que a la postre no era tan distinta de la que teníamos con los muchachos "chilenos" del pueblo.

Las preguntas de rigor eran sobre nuestra aventura, de la vida de jóvenes en Santiago, de las discoteque's , de las modas de vestir, de las costumbres y hábitos de la gran capital. Cómo se viniesemos de un país distinto.

Los hombres se comportaban muy retraídos y discretos, dejando a veces traslucir , no sé si celos o qué, y las muchachas haciéndose "las lindas", dejando salir sus mejores simpatías.

Nos pusimos en acción pues la actividad que los había convocado era en el lago y nos dedicamos a sacar al lago una pequeña lancha de fibra con su potente motor, la que en un carro llevamos hasta el agua.

Las niñas se fueron a unos camarones a ponerse trajes de baño. Los demás, nos quitamos las poleras y los zapatos.

Luego trajeron unos skies similar a los de nieve dejando claro cuál sería la actividad.

Una vez todos reunidos, incluidas las niñas que lucían espectaculares con sus cuerpos dorados y muy cuidado, nos mostraron como era dicho deporte.

Puestos los esquíes y de pie ya metida en el agua , una cuerda con una manilla para dos manos , larga distante unos diez metros hasta la lancha que la va ha remolcar.



El agua está muy tranquila, el sol arriba ya hace del día un agrado y el rugir del motor de la lancha resuena en el silencio, se pone en marcha, acelera y pronto la muchacha está literalmente hundiéndose hasta la cintura en el agua para luego levantarse y comenzar a deslizarse sobre el agua mientras la lancha toma velocidad. Fantástico!

Se vé que sabe, y lo hace muy bien y con mucha seguridad.

 Una de las ventajas de este selecto grupito que tiene acceso a estos deportes.

Fueron cambiándose y cada uno fue mostrando su pericia en esta disciplina. Unos lo hacían bien otros estaban recién dominando los esquíes.

El ambiente es agradable, son buenos chicos, de sanas costumbres y muy amables.

En un momento fuimos invitados a intentar esquiar y armandonos de valor, podemos decir con orgullo  Lo intentamos! Aunque cada ver que la lancha aceleraba, terminaba de cabeza en el lago, mi compañero no tuvo mejor suerte.

Fueron pacientes con nosotros, y terminamos el día en una amena charla sentados en la pedregosa arena.  

Esos muchachos no imaginaban cuán lejos estábamos nosotros de la comoda vida que ellos llevan a pesar de todo fuimos incorporados al grupo aunque sea como visitas.

Mi compañero se entusiasmó con una de las chicas y se quedó por más tiempo en el lugar. Yo me despedí del grupo y retorné a la playa Werner, mi lugar de residencia.